// Real dreams //




















Hoy me he despertado tras un sueño que recuerdo con mucho detalle. Estaba en el chalet, el antiguo chalet de mis abuelos que fue derribado para construir el supuesto estudio acuático de una infraestructura que llevó a la ruina esta ciudad y del que nunca vimos poner ni un solo ladrillo. Llegaba por la puerta principal, una pequeña puerta verde de metal cuadrada que dejaba entrever el interior, en la parte delantera, antes de llegar a la casa, jugaban mis sobrinas fuera del porche, desde allí se podía ver la puerta principal abierta que daba a la cocina y donde se podía ver a gente, tal vez mi abuela, mi abuelo o mi tía preparando la comida, centro neurálgico de la casa por donde siempre pasábamos todos. Mi madre esperaba fuera y me dió el paso a entrar. Era todo tan real, estaba tan contenta de que mis sobrinas hubiesen conocido y disfrutasen del chalet que cuando he despertado he tenido que hacer cuentas para saber si realmente lo conocieron, lamentablemente nunca estuvieron allí. Ha sido muy cortito (en realidad el sueño era más largo, hasta me mordía un gato, pero sucedía todo en otro escenario) pero ha sido muy intenso, ha venido a mi recuerdo un montón de detalles que no suelo recordar de aquel sitio donde viví todos los veranos de mi infancia. Que precioso es soñar y recordar de esa forma tan intensa todo lo vivido...lo del gato fue menos agradable la verdad, pero eso es otra historia.

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