// Feelings trip //

Pueblo, pueblito, pueblo. No se si es bueno o no, pero cada vez que vuelvo de un viaje me viene la misma pregunta: ¿Qué hago yo aquí con todo lo que hay por ver allá fuera? Que si, que me encanta donde vivo, pero a veces da la sensación que vivo en una zona de confort muy confortabilisima, con un motor en punto muerto y que no llega a revolucionarse. Y entonces te vas de viaje, y todo, absolutamente todo, hasta el callejón mas costroso de otra ciudad te parece impresionante, y adoptas ese concepto comparativo en el que, como no, nunca sale ganando donde vives, vaya, que casualidad. Y luego esta la vuelta, y empiezas a mirar todo lo que te rodea con ojos de extraño y piensas que no hay una puñetera persona en la ciudad que pueda entender de lo que hablas, y piensas en realidad que tus sentimientos sobre cómo ves el mundo no los ha experimentado nunca jamás nadie en el mundo, así que, ante esa soledad no te queda otra que dejarte llevar, al fin y al cabo tampoco quieres darle el tostón a alguien que no comparte tus sensaciones por miedo a quedar como una expatriota nacional, te dejas llevar poco a poco por que pasen las horas, los días y las semanas y vuelvas a sentarte en tu misma zona de confort desde la que ves muy lentamente pasar el mundo.

No hay comentarios: