Llego emocionada de mi viaje a París. Ya conocía la capital, había estado hace años con mi familia, pero esta vez ha sido diferente. Esta vez he descubierto una ciudad llena de detalles, de olores y contrastes. Aunque hemos intentado huir del París más turístico nos ha sido un poco dificil la verdad porque la capital francesa estaba hasta la bandera de guiris como nosotros! Asi que decidimos la sabia elección de adentrarnos en los rincones más desconocidos de la ciudad, esos que tienen encanto y que absorvidos muchas veces por las masas nos solemos perder, y de este modo pudimos disfrutarlo paseando por las callejuelas de MontMatre, tomando un agua-limón en la cafetería de Amelie, comiendo en el jardín de las Tullerias con comida de Fauchon (gracias por la recomendación Paco, nos ha encantado!) y saltando y haciendo la cabra disfrutando de todo lo que aporta esta ciudad que no es poco. I love Paris!
